sábado, 14 de noviembre de 2009


Somos como pajaros en la noche,
somos musicos de bares mugrientos,
poetas locos de cabotaje.
Somos naufragos de esta pasion
hundidos en los pliegues
de cada cancion.
Brotamos como de paginas vacias,
de travesia en travesia
por un pentagrama de vida.
Somos traficantes de luces
y de oscuridades en la ciudad.
Somos como escombros
del dia siguiente,
somos los ojos indiferentes,
las ropas hebrias de humo y alcohol.
Y en un burdel de mala muerte
hacemos de este ritual
nuesra religion.

Alla lejos, el silencio
y la herida,
donde la ausencia
se hace sombra,
se me amarran
las ojeras a la bronca,
si me roban del cielo
la libertad.

Que desperdicio,hermano,
tiramos la vida por la borda
de un barco sin destino,
sabiendo que el puerto mas cercano
nos iba a agarrar a contramano.

Que desperdicio,hermano,
abusamos de la edad temprana
sin mirar hacia el mañana,
y hoy con los años en la espalda
la bronca se hace lagrima.

Que desperdicio, hermano,
recien ahora comprendimos
medio tarde y a esta edad,
que lo que no hicimos ayer
no podemos recuperar.

Que desperdicio, hermano,
teniendo el oficio y el vicio
de llamar a las cosas por su nombre,
fuimos andando por los caminos
fingiendo en vez de vivir.

Que desperdicio, hermano,
que el tiempo dejo las penas
y las arrugas en nuestras manos,
y las palabras de rebeldia
entre las tumbas de la vida.

Mi pueblo es
una peninsula
de silencio
y de sombras.
Resistiendo
por el camino largo
hasta que caiga
el ultimo tirano.
Mi pueblo no
es un desperdicio,
ni son mejores
los que agitan banderas.
Mi pueblo no tiene histeria
ni patriotismo barato,
como no sentir dolor
alienado en tu propia tierra.
Mi pueblo es
una fogata,
el pobre es sureño
y es pobre.
Llorando hizo
su cauce el rio,
rio de lagrimas,
aguas subversivas.
Mi pueblo es la sed,
es hambre y es olvido.
Tiene los hijos
de lo amargo,
con el silencio
como estandarte.
Tiene los hijos
de la hostilidad,
sutiles proyectos
de atorrantes.

Encuentro de artesanos ... septiembre 2009



Finos artesanos del invierno,
obreros marginados y sin tiempo,
el sueño esta tirado en la basura
con promesas embarradas de locura.
Manos creadoras que a veces
cercenaron las garras dictadoras,
olvidados pasajeros de la calle
tras un paño que cobija la vereda.
Si un viento despeina el mediodia,
si una lluvia enturbia la faena,
resguardo de penas es la factoria
donde el dia a dia se traga la vida.
Donde se cruzan el oficio y la utopia,
donde se hermanan el arte y la cultura,
amalgama de aguante y sobrevida,
hasta la pobreza es compartida.
Libres artesanos del camino,
errantes vagabundos sin destino,
siempre en el contacto con la gente,
aunque algo de hermitaño esta latente.
Sin horarios para hacer la siesta,
una plaza como albergue es lo que cuenta,
transformando horas y minutos,
entre mates, cigarrillos y chamuyo.

lunes, 8 de junio de 2009

Mis viejos

Blanca, mi vieja, una madraza, una mujer de fierro que da la vida por los que quiere.
Tito, mi viejo, un tipo honesto y gran padre. Su gran pasion es el futbol y ñuls.